Artículo publicado en Noticias de Gipuzkoa.
Que Donostia es un destino atractivo es una realidad incontestable y lo es no sólo para el turismo, sino también para marcas que, sin llegar a ser de lujo, son de “ticket alto”.
Lo explica Marcos Areizaga, director de la inmobiliaria que lleva el apellido de la familia y que puso en marcha su abuelo.
Pero las marcas que quieren afincarse en Donostia tienen muy claro dónde quieren hacerlo: en determinadas calles del Centro en las que el metro cuadrado de alquiler se paga a precio de oro.
“Hemos observado que en los últimos meses se ha ido elevando el perfil de las marcas que quieren abrir en San Sebastián”, asegura Areizaga.
En las mejores calles de la ciudad para estos fines, que son Loiola, Getaria, Arrasate, San Marcial, avenida de la Libertad y Txurruka, en pandemia “hubo más locales vacíos que nunca. No era normal que hubiera esa disponibilidad”, recuerda.
“En comparación con otras ciudades del Estado nos hemos recuperado súper bien y súper rápido y en el último año hemos podido ir firmando con marcas del segmento que denominamos premium, de ticket medio-alto”, destaca.
En los últimos meses, Areizaga ha firmado, entre otros, contratos de arrendamiento en la ansiada zona con marcas como la joyería Pdepaola; Jott, marca también francesa de plumíferos que abre su segunda tienda en Donostia o con Vanessa Bruno, marca especializada en bolsos que ha elegido la capital de Gipuzkoa “para abrir su primera tienda fuera de Francia”. Se ubicará en el número 15 de la calle Arrasate.
Otro sector que se interesa por mostrar sus productos en las calles donostiarras es el de las perfumerías. Druni ha abierto su segundo establecimiento en la esquina de Arrasate con Fuenterrabía y en la calle Getaria se instalará la perfumería de Andorra, Júlia.
“El tema de las perfumerías obedece a una razón muy sencilla. El comercio electrónico tiene menos incidencia en este sector, porque con los perfumes se requiere de la experiencia de visitar la tienda y probarlos y le afecta menos. Además, los perfumes tienen en sus precios más margen que otros productos”, explica Marcos Areizaga.
El experto inmobiliario destaca un dato, que no es otro que el interés que Donostia despierta en las marcas francesas. Y es que al recibir San Sebastián la visita de muchos ciudadanos galos, dichas marcas son conscientes de “que tienen mucha penetración y mucha fuerza” si cuentan con una sede en la ciudad.
¿Qué es lo que piden estas marcas para abrir sus comercios en Donostia? “Los locales de moda buscan estar en el cogolllo peatonal, es decir, en las calles antes citadas, y demandan locales de entre 100 y 150 metros cuadrados en planta calle, con un pequeño sótano de almacén. Cuanta más fachada, mejor, para tener así más visibilidad”, afirma Areizaga.
Las perfumerías, por ejemplo, reclaman locales de mayor tamaño. El local de Druni en la calle Arrasate, apunta el experto, tiene tres plantas comerciales y 750 metros cuadrados, el de Júlia tendrá 200 metros de planta calle “y muy buena fachada” y, en la actualidad, Areizaga está negociando con otra perfumería su instalación en un local “también bastante grande”.
La demanda en los barrios es prácticamente inexistente, porque es el Centro la zona en la que se da “el flujo comercial de compras”.
“El comercio electrónico ha hecho que las calles consideradas buenas sean mejores. Las secundarias y las de barrio han salido perjudicadas”, abunda.
Pone un ejemplo. “Antes, una plancha la comprabas en la tienda de tu barrio. En la actualidad, o la compras por Internet o en una gran superficie”.
Por contra, señala, “para comprar ropa o regalos te vas a donde tienes una especie de centro comercial al aire libre en el que tienes muchas cosas para elegir”. Por eso, las marcas “para asegurar sus ventas tienen que garantizarse la mejor ubicación posible. Es una pescadilla que se muerde la cola”.
La tendencia en este tipo de locales no es aplicable a la hostelería, que “funciona de forma diferente”. “La hostelería es un destino. Vas a buscarlo incluso a la falda de un monte. La moda se concentra en unas calles, porque vamos a esas calles y allí decidimos qué comprar. Fuera de esas calles no nos los planteamos”, afirma. “La hostelería puede estar en zonas secundarias y funcionar. Importa más que el local sea bueno que la ubicación del mismo”, añade.
La confianza depositada por las marcas en Areizaga se explica por el hecho de que actualmente lleva las riendas de la inmobiliaria “la tercera generación” de expertos en la materia.
“Mi padre lleva 30 años dedicándose específicamente al tema de los locales comerciales”, destaca Marcos Areizaga.
Además, el propio Marcos volvió hace dos años a Donostia de Madrid con una maleta cargada de experiencia en la gestión de locales comerciales.
A futuro, las perspectivas son buenas. “En Donostia el turismo es una industria que hay que poner en valor”, declara Areizaga, que coloca el acento sobre el hecho de que el turismo que llega a la ciudad “es un turismo de calidad”. Este tipo de turismo contribuirá, afirma, a que las marcas se sigan asentando en San Sebastián pese a que los visitantes “se tienen que esforzar” para llegar ya que, lamenta Areizaga, ni las conexiones por tren ni por avión son, por el momento, todo lo buenas que cabría desear. “Cuando llegue el AVE o el metro las perspectivas incluso mejorarán”, concluye.