La Plaza de la Constitución, ubicada en el corazón de la Parte Vieja de San Sebastián, es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Con una historia que se remonta al siglo XVIII, esta plaza ha sido testigo de diversos eventos y transformaciones a lo largo de los siglos.

Orígenes y Construcción

La plaza fue construida en la década de 1720 con el objetivo de otorgar mayor relevancia a la ciudad y servir como un punto de encuentro para el comercio y los espectáculos públicos. Anteriormente, las plazas existentes tenían usos militares y eran controladas por el ejército, lo que dificultaba su utilización por parte de la ciudadanía.

Los soportales característicos fueron diseñados para proteger a los comerciantes y peatones de la lluvia, permitiendo la actividad comercial durante todo el año.

Espectáculos Taurinos y la Numeración de los Balcones

Una de las particularidades de la plaza es la numeración de sus balcones, vestigio de su pasado como escenario de corridas de toros. Aunque no se construyó como una plaza de toros, durante muchos años se cerraban sus accesos para la celebración de espectáculos taurinos, siguiendo una tradición compartida por muchas plazas mayores en España.

Inicialmente, el ayuntamiento alquilaba los pisos que rodean la plaza, y solo posteriormente permitió su venta. Sin embargo, los compradores adquirían las propiedades con la condición de permitir el paso a los antiguos inquilinos durante las corridas de toros, una situación singular que generaba curiosos encuentros entre los residentes y los espectadores.

El Incendio de 1813 y la Reconstrucción

En 1813, San Sebastián sufrió un devastador incendio tras el asedio y saqueo de la ciudad. La Plaza de la Constitución no fue una excepción, y los edificios que la conformaban fueron destruidos. Durante la reconstrucción, se realizaron modificaciones en la estructura de la plaza y en la organización urbanística de la ciudad, adaptándola a las nuevas necesidades.

Centro Turístico y Punto de Encuentro

Hoy en día, la plaza es un lugar de encuentro tanto para locales como para turistas. Durante el verano, sus terrazas se llenan de visitantes que disfrutan del ambiente animado y la gastronomía local.

Uno de los edificios más emblemáticos de la plaza fue el antiguo ayuntamiento de San Sebastián, que posteriormente sirvió como archivo municipal antes de ser reconstruido tras el incendio.

La Tamborrada: La Fiesta por Excelencia

Cada 20 de enero, la Plaza de la Constitución cobra vida con la Tamborrada, la festividad más importante de la ciudad. Esta celebración comienza con la izada de la bandera a medianoche y dura 24 horas, durante las cuales sociedades gastronómicas y agrupaciones desfilan tocando tambores y barriles, vestidos con trajes de cocineros y uniformes napoleónicos.

El origen de la Tamborrada se asocia con las tropas napoleónicas que, estacionadas en la ciudad, tocaban los tambores como forma de comunicación y entretenimiento. Con el tiempo, los ciudadanos adaptaron esta tradición, convirtiéndola en la fiesta que hoy conocemos.

Arquitectura y Legado

La plaza es un testimonio vivo de la evolución histórica de San Sebastián. A lo largo de los siglos, ha sido un espacio multifuncional que ha acogido desde festejos taurinos hasta eventos culturales y celebraciones populares. Sus edificios han resistido incendios y reformas, manteniendo su esencia y continuando como un símbolo del casco histórico de la ciudad.

Actualmente, la Plaza de la Constitución sigue siendo un punto de referencia clave para cualquier visitante que desee conocer la historia y la vida cotidiana de San Sebastián.